Pueblo clama a la comunidad internacional
Honduras está en la encrucijada. Muertes, heridos, detenidos, torturados, es el resultado de la terrible represión policial que se vive en medio de un caos nacional, por lo que la población está clamando a la comunidad internacional, para que vuelva sus ojos al país y contribuya a solventar la crisis que se ha desbordado, al no encontrarse una salida nacional, aún con el retorno del Presidente depuesto, Manuel Zelaya, el pasado 21 de septiembre.
Ha sido sorprendente ver la acción brutal de la policía. En San Pedro Sula, un policía arrastró del cabello a una mujer que participaba en una manifestación. Los uniformados han tratado salvaje y brutalmente a la población que participa en las acciones de resistencia en los barrios de la ciudad capital. Las balas disparadas han dejado más de un centenar de heridos, varios muertos, miles de detenidos, torturados y las postas policiales han sido insuficientes para albergar a los detenidos. Se denunció que inclusive se improvisó una cárcel para mujeres en Tegucigalpa.
El toque de queda fue decretado el día lunes 21 de septiembre a partir de las cuatro de la tarde, luego de que se conociera que el Presidente depuesto había regresado al país, después del golpe de Estado del 28 de junio pasado, y que se encontraba refugiado en la Embajada de Brasil en Tegucigalpa. Ese día el regreso a los hogares por parte de la población fue toda una odisea, el enorme tráfico congestionó las vías de la capital y muchos tuvieron que regresar caminando a sus viviendas.
Ahora, con el toque de queda que se ha extendido hasta el día miércoles (23), Tegucigalpa y el país entero están convertidos en enormes cárceles, donde la gente no puede salir por temor a ser detenido por un retén policial. El país entero se encuentra paralizado.
Hambre
Mucha gente se ha quedado ya sin alimentos, debido a que gran parte de la población vive del “día a día”, compra en la pulpería lo poco que consume en el día o vive de lo poco que vende, esa es la realidad de Honduras, uno de los países más pobres y desiguales de la América Latina.
Otras personas se han quedado sin medicamentos, sin agua y otros insumos, por lo que la ampliación del toque de queda (hasta el miércoles 23 a las 6 de la tarde) es una acción excesiva. En los barrios, la gente ha desafiado tal medida, y ha salido a las calles a protestar. “Eso significa que la Resistencia ya no sólo tiene cabeza, sino cuerpo, porque ya hay organización de barrio”, dijo Marvin Ponce, diputado de Unificación Democrática, un partido de la oposición.
Este es un toque de queda sin precedentes en el país, con una represión bastante oculta de la policía, pero en los barrios, la gente ha demostrado capacidad de organización, pero la acción de la policía, ha sido brava, violenta, agregó Ponce.Lo que se vive en el país es una locura, indicó el diputado, y advirtió que si el toque sigue “la situación se desborda” y de hecho, el Movimiento de Resistencia, ha anunciado que las acciones planificadas para este miércoles no se detienen.
Embajada de Brasil
Otra de las acciones que se han venido denunciando, es una posible acción para ingresar por la vía violenta a la Embajada de Brasil, lo que sería considerado como una invasión a ese país, ya que la Convención de Viena señala que las embajadas son una especie de pequeños territorios.Zelaya ha denunciado, que se ha manejado una versión de un posible suicidio de su parte, extremo que ha negado rotundamente.
Hasta ahora la salida del gobierno de Roberto Michelleti ha sido el diálogo, pero existen condicionantes que no hacen que el mismo sea efectivo, como el hecho de que se reconozca el proceso electoral del mes de noviembre próximo y de que éste (Manuel Zelaya) sea puesto a las órdenes de los tribunales de justicia, para que enfrente los delitos por los que se le acusa.
Hasta ahora la salida que se visualiza a la crisis hondureña, producida con el golpe y que se agudiza ahora, cuando a lo interno no se encuentran soluciones, es la reunión del Consejo de Seguridad de la ONU, la que podría dar un ultimátum a Honduras para que suscriba el Acuerdo de San José, o de lo contrario tomar otras medidas.